sábado, 25 de julio de 2009

Tomaté del pasamanos

Muchas veces, cuando subo por la escalera mecánica del subte, me agarro del pasamanos. Luego de unos segundos, grande es mi pavor cuando descubro que el mencionado pasamanos avanza a una velocidad ligeramente más rápida que la de los escalones, y entonces mi mano queda cada vez más lejos de mi cuerpo, hasta que ya es insalubre y ridículo seguir manteniéndola en esa posicion.