lunes, 29 de diciembre de 2008

¡No vale!

Me causa una gran indignación subir al colectivo, estar sacando el boleto, mirar de reojo y ver que queda un sólo asiento libre allá al fondo, y entonces pensar "¡ahora voy y me siento ahí!", pero que de repente, por detrás mío, se escabulla una persona inescrupulosa, sin códigos, el famoso "tipo al que le saca el boleto el amigo". Entonces, aunque este despreciable ser haya estado detrás mío en la fila, puede mandarse para el fondo sin tener que esperar que yo saque mi boleto, ya que al suyo lo sacará su amigo. Estamos frente a una flagrante injusticia.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Amigos son los amigos

Te subiste al bondi con los auriculares puestos, y estás en un viaje interior de música y pensamientos, cuando de repente ves la carita de un amigo/conocido ahí, entre la multitud de pasajeros, que te mira y te sonríe, sorprendido de encontrarte. Sí, después cuando lo saludás y comienzan a platicar, te parece algo positivo habértelo encontrado, pero seamos sinceros: en esos primeros segundos en los que notaste su presencia, ¿no pensaste "uhhh la puta madre, yo que estaba tan bien con mi musiquita y mis pensamientos, ahora tengo que suspender todo"?

jueves, 4 de diciembre de 2008

¡Yo puedo!

Qué humillación y descrédito se experimenta cuando uno ingresa a un auto y cierra la puerta tras de sí, pero la puerta "cerró mal". "¡Dale de vuelta con fuerza!". ¡Grrrrrrrrrrrrrr! Y que feíto si llega a cerrar mal por segunda vez consecutiva, y viene otro y te dice "a ver dejame" ¡y la cierra él! El mismo descrédito que cuando confían en vos para la difícil tarea de descorchar una botella de vino, o sacarle el tapón a una de sidra o champagne, y tardás en completar tu tarea más de lo deseable, y aparece algún copado que se ofrece para reemplazarte. ¡Muerte!